lunes, octubre 27, 2008

"El juego de Ender" (Orson Scott Card)

Hoy (en concreto hace un rato) he terminado de leer el libro "El juego de Ender". Podría decir que el libro me ha gustado, que es genial, pero en realidad ha hecho más mella en mí que la de una simple y entretenida lectura. Es posible que, en realidad, el libro no sea tan desesperanzador y tan triste como me ha parecido a mí. Que sólo lo vea así porque ahora todo mi pasado, presente y (sobre todo) futuro, se muestran de ese modo.

(Si te interesa el libro y aún no lo has leido, te recomiendo que dejes de leer...)

El libro trata sobre un niño que es arrancado del seno de su familia tan sólo con 6 años, con la difícil de rechazar promesa de que, algún día, podría salvar a la humanidad de la plaga que se les avecina: los insectores. Y sigue lo que tenía que seguir, manipulación, disciplina férrea... que acaban por convertir a un niño empático y sin maldad, en una máquina de matar. Y todo por el bien de la humanidad, porque nosotros no somos monstruos como lo son ellos. Y el final feliz, David venció a Goliat y la humanidad pudo respirar tranquila y preocuparse de sus propias guerras civiles. Sin embargo, el autor no se conforma con acabar el cuento con el típico y fueron felices y comieron perdices, decide enseñar la otra cara de la moneda para hacerte reflexionar sobre quién es realmente el monstruo: ellos o nosotros.

Que el ser humano es tan mierda como los supuestos malos podría ser una conclusión obvia a sacar del libro, al menos en mi valoración personal, además de una conclusión muy correcta (amén de muy típica y fácil). Pero se podrían sacar otras muchas. Todos somos un poco Ender, porque creo que todos estamos sometidos a algo, a una causa que nos queda siempre un poco demasiado grande y que en ocasiones nos hace actuar a ciegas, olvidándonos de aquellas cosas que alguna vez nos fueron importantes. Quizás en eso radica nuestra evolución a nivel individual, lo que nos hace madurar. Sólo que a veces el precio a pagar es demasiado alto. Ahí es donde entra Ender. Quizás donde estamos muchos otros que no somos Ender pero nos sentimos como tal (como que se nos ha sido arrebatado algo aunque no sepamos qué ni por qué razón), y lo único que podemos hacer es asumirlo, seguir hacia adelante esperando la nueva orden. La nueva putada. Hasta que revientas.

Una frase del libro, digna de mención:

"El poder de causar dolor es el único que importa. el poder de matar y destrozar. Porque si no eres capaz de matar entonces siempre estás sometido a los que sí son capaces, y nada ni nadie te salvará"