jueves, julio 01, 2010

Tecnicismos

Cuando pienso en tecnología, y más concretamente en biotecnología, me vienen a la mente un millón de técnicas, y con ellas los científicos con sus batas blancas, procedimientos, materiales y demás, necesarios para llevarlas a cabo. Y también a veces pienso en las cosas que pueden descubrir, que vienen a ser proteíns y otros compuestos implicados en procesos variopintos de nombre generalmente pintoresco. Así que si hablo de biotecnología no puedo hacer más que hablar de esas técnicas, y de las cosas que se descubren.
Y si pienso en alguien que se interese por la biotecnología, que no sepa demasiado pero que le guste y apasione, creo que debería de conocer el nombre de algunos de esos procesos, debería saber por lo menos qué es una proteína (aunque sólo sea superficialmente) y cómo se sintetizan, en definitiva creo que debería conocer algo de la jerga del tema que está hablando.
Pero eso no pasa. Haga lo que haga, y diga lo que diga, parece que siempre resulto "demasiado técnica". A juzgar por las cosas que he tenido que cambiar me parece que la gente que sigue el blog deben ser como poco pastores de cabras en los Pirineos (cada vez que me hablan de lo técnica que soy y que el blog no es para expertos, inevitablemente me acuerdo de la canción aquella que decía lo de "¡Ay, Manolete! Si no sabes torear, ¿pa' qué te metes?").
Tengo la sensación de que el resultado final de cada uno de los posts que publico es una sarta de palabras sin apenas contenido, en definitiva algo que podrías perfectamente ahorrarte de leer, porque no va a aportar nada nuevo a tus conocimientos.
Así que estoy empezando a cansarme del tema. Creo que he batido un récord en mínima cantidad de tiempo empleado para darme cuenta de que me desprecio por lo que hago, ni siquiera el intento de doctorado gratis fue tan frustrante, porque aunque ahí no me pagaran algo al menos sentía que tenía un noble objetivo: aportar al conocimiento, y la maldita vocación que supuestamente debía tener acallaba la vocecita que me decía que ahí no estaba bien. Y en los trabajos no cualificados que he realizado, la vocecita se acallaba con una respetable cifra de dinero en el banco. Ahora mismo no tengo ni noble objetivo, ni una respetable cifra. Creo que por no poder no podré ni aportarlo como experiencia en el CV, si lo que puedes poner no vale de nada es mejor callárselo, ¿no?

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